VARISARQUITECTES

Los proyectos que más nos gustan son los que surgen de los buenos recuerdos. Este es uno de ellos.

Las intenciones básicas de la propuesta fueron:

· No perder las dimensiones del local, excelente en longitud y escasísimo en anchura, caracterizarlo con la luz, a la que le dieron un total protagonismo...

· Conseguir que tuviera un carácter mutante en función del horario y la afluencia...

· Permitir al mismo tiempo, una buena acústica en el local y una buena insonorización para los vecinos.

La adopción de dos vitrinas longitudinales, que escondían los almacenes de las botellas de refrescos y de las bebidas de alcohol, así como la colocación de los servicios y la barra, vertebraban y ordenaban el local. La clave de la propuesta estaba en la mutabilidad, provocada tanto por una temporización de la iluminación automatizada por ordenador que generaba hasta 6 locales diferentes, como por la capacidad de los cristales de convertirse en espejos, lámparas o vitrinas.

La luz de muy diverso carácter y matiz, así como la elección del mobiliario de acero inoxidable-anónimo e intemporal-, ayudaron a acentuar los cambios de la ilegalizada iluminación.

Queda como elemento identificativo del local, la enorme pared de madera translúcida de abedul y un collage de alfombras realizado por el diseñador Peret, para hacer más confortable el ruido interior, difícil de controlar por la fuerte presencia del vidrio.